sábado, 4 de enero de 2014

La Maldición del Búho.

 Ethel Flores Castillo.
Ensayo del concepto Cultura.


La Maldición del Búho.
El concepto ecuménico de cultura y su acepción neoliberal.

En este ensayo presentamos una reflexión crítica sobre la diversificación actual de la acepción cultura. Expertos en la materia, se debaten en discusiones interminables con respecto a su connotación moderna; sin embargo de acuerdo con Bauman[1], en esta era el factor inestabilidad es el paradigma a seguir. En otras palabras, ya no hay cabida para los primeros preceptos entronizados por los filósofos de la ilustración[2]. Mientras que los hombres del siglo de las Luces lucharon como Kant, por contribuir a la creación de un noúmeno cultural[3].  Hoy por el contrario  en esta Modernidad Líquida[4] pareciera ser, que el pugilato es por erradicar la propia cultura.
 Por un lado se ha tergiversado el concepto de cultura, confundiéndola con una experiencia “superficial y vulgar”[5] neoludista.[6] Por otro lado se ha transformado a la cultura en un artículo de consumo; cuyo valor ya no se mide  por su carácter de ciencia;[7] sino  por la oferta y la demanda de nuestras sociedades pluralistas de consumo. De tal modo que dentro de la violencia de estos “mercados simbólicos” [8] neoliberales y una civilización industrializada[9] en la que ya no hay cabida más que para el materialismo,[10] la cultura como tal ha sido desviada de su propósito principal de apoyar a las naciones para su construcción social [11] y la liberación de su “culpable incapacidad”.[12] De ahí que hoy en día cualquier concepto ofrecido por los “mercados simbólicos”  a estas sociedades “omnívoras”,  sea considerado cultura.
Por un lado sucumbimos ante los mercados simbólicos, que se han vuelto fábricas de lo que muchos suelen llamar cultura -yo le llamaría cultura desechable-; es decir, no hay cabida para el razonamiento y la educación[13] y menos aún, para cultivar –en la vieja acepción del término ilustrado[14]- una mirada crítica, hacía lo que debiera ser la cultura. No obstante, a pesar de que el hablar de Cultura, no implica para muchos una  cuestión de elite en nuestros tiempos. Tampoco predica una formación educativa adecuada; dado que en una nación industrial, son más necesarias las mentes dedicadas a los negocios y  las emociones[15] que la formación de individuos preocupados por su desarrollo intelectual.
  Si tomamos en cuenta que, siguiendo a Bauman, en los “Estados de desperdicio”[16]  el fundamento económico hoy en día, es el subterfugio cultural, nos encontramos con que la cultura sigue siendo un tema de intelectuales, cuya herramienta se encuentra en solo en manos,  de “una clase instruida”.[17] En cuanto a la manipulación de masas, esta forma parte también, de la “Modernidad líquida” baumaniana, donde ante el desarrollo de una “modernización obsesiva”, se van perdiendo valores  Culturales.
 De acuerdo con  el catedrático Gilberto Giménez, “la violencia simbólica”, ejerce poder sobre los consumidores, además de imponer modelos de comportamiento, por lo cual nos vemos desamparados ante el  avasallamiento de los “mercados simbólicos culturales”. De ahí que el término cultura, sea tema de debate entre los filósofos intelectuales y los que,  cegados por su convicción nacionalista[18], sigan defendiendo la falsa propaganda popular de cultura impuesta por el Estado. Lo que es ofrecido por los mercados de consumo, avalados por el Estado como “Cultura”, se traduce en un intercambio de valores, que se venden al mejor postor. De acuerdo con  Dewey, el fenómeno cultural es un problema de educación,[19] producto de una desigualdad económica.
En la actualidad algunos grupos de poder, están más concentrados en desbordar las arcas, que en tener buen cuidado de los ciudadanos y su educación. No importa lo que se tenga que sacrificar, mientras se procure cuanto ganar. Kant lo menciona en su obra sobre la Ilustración: “si tengo dinero para pagar, de que me sirve pensar”[20].
En conclusión Bauman, hace referencia a Matthew Arnold para explicar que la cultura es tan solo “una declaración de intenciones”[21] y de acuerdo con este concepto dentro de las “Modernidades líquidas”, podemos deducir que ante el avasallamiento del neoliberalismo, la Cultura y el hecho de “cultivarse”, representan un verdadero esfuerzo. Ya que por un lado se deben rescatar nuestros verdaderos valores epistemológicos nacionalistas; es decir nuestra propia Cultura en apego a la educación y por el otro habrá que procurarse, los medios económicos adecuados, que nos permitan seguir “cultivándonos”. Dado que ante el temor del  desempleo, las crisis económicas y la propaganda con respecto a la falta de oportunidades en las carreras profesionales, muchos estudiantes abandonan las aulas, ante las presiones familiares o la falta de liquidez, para financiar una preparación académica.
En conclusión en estas “Modernidades líquidas”, la defensa por hacer renacer y prevalecer nuestra cultura, desde un punto de vista educativo y nacionalista; es un hecho urgente que debe ser rescatado desde el fondo de nuestro espíritu libertario, nuestros corazones y porque no, incluso también desde nuestros bolsillos. Dado que nuestro deber de educarnos y auto cultivarnos es innegable, para evitar la propagación como sociedades “Omnívoras”, que sucumban ante el avasallamiento de los “mercados de consumo”. Habrá que aprender a distinguir entre las imposiciones de los mercados económicos en esta “Modernidad líquida”, en cuanto a cultura se refiere y lo verdaderamente científico y académico, los preceptos entronizados que ya nos marcaban los hombres de la Ilustración. Que el consumismo no sea el hecho que transgreda  el desarrollo de nuestra verdadera cultura y aunque el “Statu quo”[22] y “la violencia simbólica de los mercados de consumo” hoy en día, sean la maldición del mitológico Mochuelo de Minerva, debemos tener clara la intención de sacudirnos del espasmo neoliberal, que  trata de dejar a la Cultura prácticamente en tinieblas. Empezando a cultivarnos verdaderamente, a pesar de quienes a través de proselitismos culturales y educativos, con promesas de un futuro portentoso a cambio de un desarrollo nacional intenten lo contrario.
Bibliografía:
·         Bacon Francis, Novum Organum, Madrid: SARPE, 1984: pp.25-63.
·         Dewey John, Viejo y nuevo individualismo, Paidós, 2003: pp. 139-157
·         Kant Emmanuel, Filosofía de la Historia, Fondo de Cultura Económica, 2012: pp. 15-26.
·         Kaczynski Theodore John , Manifiesto del UnaBomber,1995.
·         Sheridan Guillermo, México en 1932: La polémica Nacionalista. Vida y Pensamiento de México. México, Fondo de Cultura Económica, 1999: pp.13-37

·         Zygmunt Bauman, La cultura en el mundo de la Modernidad Líquida, Madrid: Fondo de Cultura Económica, 2013, primera edición, pp. 9-65.
·         Zygmunt Bauman, Modernidad Líquida, México: Fondo de Cultura Económica, 2003, primera edición.

Neoludismo — El neoludismo es una ideología de carácter radical, opuesta al desarrollo de la revolución digital, a la inteligencia artificial y a todo avance científico que se apoye en la informática.



[1] Bauman Zygmunt, 2008: 1
[2] Bauman Zygmunt, 2008: 1
[3] Kant Emmanuel,  2012: 15
[4] Bauman Zygmunt, 2008: 1
[5] Bacon Francis, 1984: 37
[6] Kaczynski Theodore John , 1995
[7] Bacon Francis, 1984: 63
[8] Giménez Gilberto, 2012: 10
[9] Dewey John, 2003: 148
[10] Dewey John, 2003: 141
[11] Bauman Zygmunt, 2008: 15
[12] Kant Emmanuel,  2012: 25
[13] Dewey John, 2003: 145
[14] Bauman Zygmunt, 2008: 15
[15] Dewey John, 2003: 146
[16] Bauman Zygmunt, 2008: 3
[17] Bauman Zygmunt, 2008: 15
[18] Sheridan Guillermo, 1999: 22
[19] Dewey John, 2003: 145
[20] Kant Emmanuel,  2012: 26
[21] Bauman Zygmunt, 2008: 14
[22] Bauman Zygmunt, 2008: 17

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